miércoles, 3 de septiembre de 2014

Cuando haces Pop...

… Ya no hay stop. Menuda forma más tonta de promocionar unas patatas fritas, ¿no?. O al menos eso nos parece a nosotros. Aunque hay que reconocer que la campaña tuvo éxito. Todo el mundo sabe acabar esa frase (malditos roedores…). Y eso que dichas patatas están hechas a base de puré de patata y mil otras cosas que preferimos no saber.

Discúlpame, en realidad este post no va sobre las patatas Pringles ni de nada relacionado con la publicidad, pero me ha venido a la cabeza ese eslogan del demonio y me he ido por los cerros de Úbeda. La verdad es que el titular nos viene que ni pintado para hablar de un fenómeno conocido por todos/as y que también nos influyó a la hora de dar forma a nuestro proyecto, Sterling Cooper BCN.

Pop es un concepto que tenemos muy interiorizado en nuestros días. Como podrás imaginar, el término es un diminutivo de la palabra “popular”. Y está estrechamente ligado a la sociedad de consumo. De hecho, tuvo su mayor éxito en los Estados Unidos en la década de los 60 del siglo pasado (las cosas que son así como “del siglo pasado” cobran un rollo vintage muy interesante, ¿no?), si bien el origen del movimiento lo encontramos en Gran Bretaña, en Londres para ser más exactos, con la creación del Grupo Independiente allá por 1952. Eran un grupo de pintores, escritores y artistas en general que, liderados por Paolozzi, empezaron a utilizar elementos típicos de los medios de comunicación masivos y de la cultura americana más popular en sus obras. El término Pop apareció por primera vez en un collage llamado I was a Rich Man's Plaything, en el cual se veía un revolver humeando masa blanca. En dicha masa blanca de humo, se leía la palabra “POP”.




Lichtenstein no es un país. Es un artista pre-pop. Y Wesselmann no es una marca de lavadoras. Es un artista Pop. Y Warhol es Warhol. Y las Azúcar Moreno están de gira. Y también son muy Pop. Y el Pop es algo que nació de la nada. Es un tipo de cultura, arte, música, etcétera que ha estado en todas partes (hasta en la serie de televisión Batman, los puñetazos y golpes eran Pop) y que no viene de ningún lado en concreto. Es decir, en sus inicios no se gestó como resultado de un movimiento de revuelta o de protesta contra algo. El Pop no es irónico. No esconde nada en sus entrañas. El Pop es de los hechos menos humanos que nos podamos imaginar. Porque su base está en las cosas. En las cosas que se consumen. Y por eso fue tan atractivo para los nuevos agentes sociales que emergían en la época. Hablamos de multinacionales, marcas, publicistas, ilustradores, autores de tiras de cómic diarias de periódicos, etc.

Warhol fue el mayor exponente del Pop Art. Se erigió como un gran artista multitarea, destacando en sus facetas como pintor, director de cine y escritor sobre todo. Pero su mayor virtud fue su especial habilidad para lidiar con los medios de comunicación, los cuales controlaba perfectamente. Porque los medios de comunicación lo son todo. De ello ya hablaremos en otro post más adelante. Además, fue la cabeza más visible de la modernidad de la época. Su influencia social fue tal en la época que hasta se atrevió a adentrarse en el mundo de la música siendo el manager de TheVelvet Underground, una banda de rock liderada, ni más ni menos, que por Lou Reed y en la que él introdujo como cantante a Nico, una famosa modelo de origen alemán, convirtiéndose en The Velvet Underground & Nico. Llegaron a grabar hasta una película, A Symphony of Sound. Y se atrevió también a crear el Car Art, pintando coches a petición del fabricante BMW. Todo muy Pop. Todo muy arty. Todo muy relacionado con el consumo. El nuevo indicador mundial de felicidad (triste, muy triste. Pero cierto).







Pues nosotros, que también somos muy Pop (entre muchas otras cosas) aunque no solemos comer muchas Pringles, decidimos adaptar la lata de Campbell’s Soup de Warhol cuando montamos este tinglao. Y nos curramos un diseñito y un texto muy molones para entregar la lata a algunos de nuestros clientes. Nos pareció que era un bonito homenaje (a nuestra manera) a ese movimiento al que debemos tantas cosas a día de hoy. Algunas cosas buenas. Otras muchas no tanto.